Momentos históricos: Crónicas de Warspear

¡Jugadores de Warspear!
¡Warspear Online ha cumplido siete años! ¡¡¡SIETE AÑOS!!! Obviamente, lo vamos a celebrar con otra sorpresita que os tenemos preparada. Podéis ver los momentos más importantes de nuestro juego en este bello gráficos. Nuestros guionistas también han preparado una vasta crónica que narra todos los momentos clave de la historia de Arinar.
¡Echad un vistazo, ya que es muy interesante!

 
 
Las crónicas de Warspear Online

Lo primero que se escribió en los libros de historia de Warspear Online fueron Melvendil y Godgorrat, hace siete años. Son las islas nativas de los Primigenios y de los Clanes de la Montaña. No se sabe gran cosa de los primeros dos años de conflicto. La gente dice que Arinar era muy distinta por aquel entonces (0.1.0 [beta] - 0.4.4). Luego, el mundo empezó a cambiar y llegó la hora de un nuevo amanecer para los héroes. Fueron muchos los jóvenes guerreros que dieron sus primeros pasos por el camino de la gloria cuando se inició la Guerra por la Lanza. Los jóvenes héroes acumularon experiencia al ayudar a los suyos en intensos combates contra el enemigo. Cuando los mejores se reunieron bajo los estandartes de sus líderes, iniciaron un nuevo viaje. (0.5.0 [beta])

Las flotas de ambos bandos del conflicto llegaron a Irselnort, una vasta isla entre Melvendil y Godgorrat. Elfos y montañeros construyeron puertos bien protegidos y empezaron a explorar aquel nuevo territorio. Los aliados encontraron allí a los Centinelas. Valerosos guerreros de la Orden de Dinalt y de los Clanes de la Montaña se unieron a los guerreros del Clan del Puma. Avanzaron poco a poco hacia el interior de la isla y se encontraron ogros, centauros y muchas otras tribus. Todo parecía un vasto páramo, pero los historiadores sabían que Irselnort había sido antaño un lugar próspero. Berengar, el mago más importante del pasado, había estado gobernado estas tierras desde su torre de las Montañas Grises. Controlaba toda la isla, pero tras su desaparición, la torre se vino abajo y ahora son solo ruinas. (0.6.0 El legado de Berengar).

Los exploradores de la alianza se encontraron a mercaderes de la Liga Desencadenada. Dichos mercaderes habían encontrado una ciudad rica y muy poblada llamada Nadir-sard en la parte norte de Irselnort. Los exploradores se percataron de que los mercaderes de la Liga no estaban involucrados directamente en el conflicto, pero sacaban provecho de él. ¡Prometieron una recompensa generosa! Sin embargo, solo a aquellos que se adentrasen en la Torre de Berengar y recuperasen un artefacto, un manuscrito o cualquier otro objeto del legado de Berengar (0.7.0).

La rivalidad de la Legión y de los Centinelas siguió avanzando con fuerzas renovadas. Muchos grupos empezaron a investigar los pasadizos subterráneos de la torre olvidada. Dichos pasadizos estaban poblados por monstruos y sirvientes salvajes de Berengar. Las salas del Sol y la Luna escondían la clave de la desaparición del mago. Las piedras de Nuadu y Harad debían volver a ser juntadas. De repente, oyeron la voz del mismísimo Berengar y vieron su espíritu. El mago les ordenó que atravesasen las Puertas de las Sombras, donde seis sombras de Berengar los estaban esperando. Eran los custodios del Espejo de Berengar, un antiguo artefacto que permitía al observador ver lo que no podía ser visto. Los sabios de los elfos y los montañeros miraron a través del espejo mágico y tuvieron una visión: que la guerra terminaría en Ayvondil, antiguo hogar de los Primigenios (0.7.3).

Y así concluyó el tercer año de guerra.

Continuará

Momentos históricos: Crónicas de Warspear II


Cerca de Nadir-Sard, unos hombres valerosos encontraron un puñado de fragmentos de la lanza del Anciano blanco, la cual acabó desperdigada por todas partes tras la Gran Grieta. Estaba hecha de un metal diez veces más valioso que el oro. Los mercaderes de la Liga Desencadenada empezaron a fabricar monedas azules con él y vendían los mejores objetos posibles a partir de ellas, que estaban solo disponibles en la tienda de milagros (1.0.0). Después, guardabosques de ambas alianzas encontraron una vasta mazmorra bajo la ciudadela de Berengar, con un santuario secreto en el punto más profundo. Allí, Berengar solía adorar al Vengador, uno de los primeros dragones de Arinar. También encontraron alijos ocultos llenos de corindones carmesí. Los mercaderes vendían sus mejores objetos a cambio de esos extraños cristales. (1.0.0 – 1.9.0).
 
Las facciones en guerra estaban tan ocupadas explorando nuevas tierras que no se percataron del inicio de la Medianoche. Las tropas del Mal Primigenio intentaron engañar a los idiotas con oro maldito, el cual ocultaron dentro de unas calabazas que estaban desperdigadas por todo Arinar. Sin embargo, los Centinelas y la Legión se resistieron a la tentación. Al mismo tiempo, un gran número de espectadores fueron testigos de los primeros combates en la arena en sus capitales. (2.0.0)
 
En invierno, todo el mundo pudo participar en las celebraciones del día del Nacimiento del Mundo. Los guerreros de los Centinelas y de la Legión fueron a Límite Nevado a visitar al mismísimo Anciano blanco por primera vez. Todo el mundo que necesitaba ayuda iba allí, dejaban las armas a un lado y se olvidaban de sus desacuerdos. Pero, obviamente, no duró mucho. Durante esta época, artesanos muy hábiles crearon esferas de mejora para fabricar armas todavía más letales. (2.5.0)
 
En cuanto se acabó la festividad, el espíritu de Berengar volvió a llamar a los héroes. Les dijo que una vez se fue de Arinar y se encontró en un mundo misterioso llamado Astral. Berengar quería viajar entre los mundos con mayor frecuencia, por lo que creó un camino: un Laberinto astral. Sin embargo, dicho camino no tardó en llenarse de criaturas de otros mundos. Berengar se acabó perdiendo y su cuerpo desapareció. No obstante, su espíritu sobrevivió y estuvo esperando el momento de su venganza. Los héroes de ambas alianzas entraron en el Laberinto a través de los portales abiertos; allí llevaron a cabo grandes hazañas y se enfrentaron a criaturas de otros mundos. (2.6.0 Laberinto astral)

Las crónicas de Warspear. Capítulo 3.


El equilibrio de poder se alteró drásticamente cuando los guerreros de los Elegidos y los Abandonados se unieron a la guerra. Tras hacer frente a las intrigas y conspiraciones del pasado, nuevos héroes abandonaron sus islas nativas y llegaron a Irselnort. Se iniciaron nuevas y cruentas batallas tras la llegada de los refuerzos, pero no tardaron en darse cuenta de que las fuerzas estaban igualadas (3.0.0 Encrucijada del destino).
 
Pronto se hizo evidente que la guerra de Irselnort sería muy larga. Al mismo tiempo, las vanguardias de Centinelas y Legionarios fracasaron en sus intentos de asentarse en Ayvondil. Los desconocidos no son bien recibidos en el Bosque Eterno. Encontraron cobijo en las Ciénagas de Norlant, un gran territorio apestoso que está de camino a Ayvondil. Consiguieron llegar allí haciendo uso de unos teletransportes que dejaron atrás la gente de Norlant, un antiguo reino de hombres que se aliaron con los elfos. Vitold, el último rey miserable de estas tierras vivió en una de las islas más pequeñas. Les habló a los desconocidos de la estatua de Valaria, la reina élfica que portaba un gran cristal con el que diseminaba la vieja magia. Los aborígenes creían que los pantanos eran un ser vivo que les ayudó a encontrar esta estatua destrozada. Gracias a esta gran fuente de la vieja magia, ambas alianzas pudieron viajar al Bosque Eterno. (3.1.0)
 
En invierno, ambos bandos estaban agotados y frustrados por la guerra interminable. Necesitaban descansar fuese como fuese, así que firmaron una breve tregua. Durante esta paz incómoda, un timador misterioso, que se hacía llamar Sam Hain, llegó a Arinar con su Circo del horror en plena Medianoche. Hay quien dice que, una vez, timó hasta al mismísimo Garaan. Muchos aseguraron que su aparición fue tanto asombrosa como terrorífica. Nadie sabía cuál era el verdadero objetivo de Sam, pero tras una temporada, desapareció sin previo aviso justo con su Circo. (3.2.0)
 
Tras la oscura Medianoche, llegó el día del Nacimiento del Mundo. Centinelas y Legión viajaron a Límite Nevado para ayudar al anciano blanco a derrotar a la Reina de las Nieves y a sus siervos: los maestros de los cuatro vientos. Fue la primera vez que lloró y su poder se vino abajo ante todos. Se pudo acabar una gran amenaza gracias a la ayuda de los héroes de Arinar. (3.4.0)
 
La primavera trajo consigo una nueva esperanza de que la guerra pudiese llegar a su fin. Los líderes de Centinelas y Legión llegaron a una conclusión: los grupos pequeños y bien organizados serían más útiles en la batalla por Ayvondil. Los veteranos de la guerra en las polvorientas costas de Irselnort y de los húmedos pantanos de Norlant se unieron bajos los estandartes de los gremios (3.4.0-3.6.0). Al mismo tiempo, los magos se pasaron infinidad de noches en vela leyendo los pergaminos de Berengar. Con esto, lograron los medios para invocar la vieja magia y convocar a súbditos. En el cuerpo de cada una de estas criaturas se encontraba un fragmento de las nueve almas de Elam, un poderoso jakkar que solía servir a Berengar en la antigüedad. (3.7.0)
 
Y así, el quinto año de guerra llegó a su fin.
Continuará.
Capítulo anterior.